Citas a ciegas en Madrid

Citas a ciegas en Madrid

Antes de que tuviésemos internet, las citas rápidas normalmente te las programaba un amigo/a con un amigo/a tuya. Lo bueno de este tipo de citas es que al tener con tu cita a ciegas un amigo en común, sentías cierta seguridad. Podías estar seguro de que tu cita sería alguien en quien tu amigo/a tuviera cierta confianza. Y por otro lado, ya tenías asegurada la conversación para romper el hielo: el amigo común. Y, por supuesto, ya venías con cierta preparación a la cita: te habían contado algunas cosas sobre tu cita, habías oído hablar de él o ella y para quedar ya habíais hablado por teléfono.

La parte negativa, es que todos tus amigos se enteraban de que habías tenido una cita a ciegas. Corría la voz en cuestión de horas. Te habían atormentado con llamadas y consejos durante días. Pero lo peor era el día después. El día posterior a la cita todos querían saber cómo había ido, tenías que detallar cada minuto de la cita, y lo que es peor, confesar si había habido feeling, y si ibais a volver a quedar o no. Y tanto si te había gustado tu cita como si no, era todo un corte pasar por ese trago.

Antes de la moda las citas a ciegas, la cosa debía ser aún peor, porque se hacía en grupo. Un grupo de amigos te invitaba a cenar o a salir junto a tu potencial amor, y todos todos os observaban. La moda de las citas a ciegas en las que quedas a solas con una persona a la que no has visto antes, surgió gracias a la película americana “Cita a Ciegas”, protagonizada por Kim Bassinger. Fue toda una revolución, porque en la España de los 80 eso no existía. Y triunfó.

Nuestras citas a ciegas

Todos hemos tenido alguna cita a ciegas, con alguien que nos había presentado un amigo, un compañero de trabajo o alguien con complejo de Celestina. Y todos hemos pasado por el mal trago de contar con detalle todo lo sucedido en la cita. Actualmente, las citas a ciegas ya no tienen como intermediario a un conocido, sino a plataformas de internet a través de las cuales puedes conocer a varias personas, hablar con ellas y posteriormente, quedar con aquellas que más te han interesado. Es un proceso emocionante, pero requiere constancia y tener muchas citas hasta que encuentras a alguien de tu agrado.

Por eso, el Speed Dating tiene muchas ventajas. Tienes varias citas a ciegas de una vez, ahorras un montón de tiempo y no tienes que contar toda la velada a nadie. Además, el factor sorpresa, es un punto a favor.